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En mayo de 2004 - ¡ya ha llovido desde entonces! - escribía yo para La Crónica de León una queja y una defensa de los árboles que conforman esa preciosa pérgola que tenemos en la carretera que recorre las tierras de Eslonza, de Rueda y de Gradefes. Modestamente, creo que aquellas letras surtieron su curativo efecto. Hoy seguimos teniendo ese jardín colgante sobre nuestras cabezas, como un cenador verde - todavía verde, en este septiembre veraniego -, como un emparrado que sigue siendo una delicia...
La denuncia fue ésta:
Los viejos chopos mueren en primavera...Según parece, para los viejos chopos de la carretera LE-231, que va de Puente Villarente a Gradefes, la primavera no va a llegar ya en este año. La Junta de Castilla y León ha decidido su tala “por motivos de seguridad vial”.Y algunos ejemplares de estos árboles ya han sido sacrificados.
Esta carretera, estrecha y dejada de la mano de Dios durante mucho tiempo, recorre la histórica ribera del río Moro y el valle de Eslonza. Y a falta de otros cuidados y exigencias se mantiene adornada en su recorrido por escasos tramos de viejos chopos del país, alguna débil acacia y hermosos ejemplares de plátanos; que componen, en alguna parte de su ruta, verdaderas pérgolas vegetales sobre el camino de asfalto.
En el tramo de la vía que va de Cifuentes de Rueda a Gradefes, los plátanos y los chopos entrelazan sus ramas más altas de un lado al otro del camino, y forman una bóveda de vida verde, llegando a completar un verdadero y magnífico túnel sobre la vieja carretera, que es una delicia disfrutar, ay, todavía.
El camino de asfalto, viejo y descuidado, invita a un discurrir tranquilo. Y los árboles marcan los límites de la carretera mejor que los muretes de cemento, escondidos entre la broza de las cunetas sucias; y que los modernos “quitamiedos” de acero, que a veces amenazan como guadañas a la vera del camino.
Los viejos árboles avisan al conductor acelerado, sólo con su presencia. Y desde su silencio verde le aconsejan a levantar el pie del acelerador, y a discurrir despacio. Y funciona mejor que las señales de prohibición , que todos nos pasamos por el forro. Y como esta carretera nos lleva a una comarca tranquila, nos sobran las prisas y las falsas “seguridades viarias”.
En los últimos años las estadísticas nos recuerdan muy pocos accidentes por culpa de los árboles pacíficos. Quizá algún buen susto a conductores un poco “alegres”, que van o vuelven de otros sitios no tan tranquilos como esta tierra aquietada. Por el contrario, ha habido accidentes bien graves, (de muerte, incluso), en las curvas de Mellanzos, contra las vallas modernas, que nos pintan de seguridad bien falsa. Y en la semana pasada, en Villarente, accidentes menudos, precisamente contra los troncos de los árboles cortados, que pretenden hacer la vía engañosamente segura.
Por todo, convendría que la Junta revisara el criterio de “seguridad vial” argumentado, y evaluara otros aspectos que inciden en la verdadera seguridad, como el digno mantenimiento del firme de la vía, por ejemplo; que deja mucho que desear, en todo el trayecto.
También quisiera recordar a la Junta que debería pedir a los ayuntamientos afectados su opinión sobre estas medidas adoptadas, para conciliar intereses ecológicos, que en el caso del Ayuntamiento de Gradefes se están vulnerando.
Desde hace muchos años, el consistorio de Gradefes tiene recogidas una serie de normas urbanísticas y de protección ambiental, y entre otras medidas tiene detallado un catálogo de bienes protegidos, que van desde elementos artísticos , edificios típicos , objetos de valor etnográfico, etc., bien abundantes en toda la comarca, como: monasterios, ruinas, molinos, palomares, casas de adobe... que también peligran, “de viejos”, como los viejos árboles. Y concretamente el Ayuntamiento de Gradefes tiene asignado un valor ecológico-ambiental-paisajístico a las arboledas que aprietan la carretera entre Cifuentes y el pueblo de Gradefes, que ahora están amenazadas.
Sería preciso que la Junta y los Ayuntamientos se sentaran a hablar de estos viejos árboles, vivos y protegidos, antes de condenarlos. Y de paso, hablar de esta histórica comarca, que necesita que se le ponga vida, en lugar de quitarla.
(A.García Fdez.) La Crónica de León/cartas al Director, 03.MAYO. 2004
"El Ayuntamiento de Gradefes tiene asignado un valor ecológico-ambiental-paisajístico a las arboledas que aprietan la carretera entre Cifuentes de Rueda y el pueblo de Gradefes". Y afortunádamente estas arboledas siguen componiendo esa pérgola, que hoy mismo he visto y disfrutado. El corazón del emparrado está sobre el riacho de Nava, y se alarga al sur y al norte, con un latido vivo. Hoy he sentido sus sístoles y diástoles, de savia verde y de azul de cielo y agua... ¡¡¡Así de guapa!!!:
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Dentro de poco, se volverá dorada:
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