miércoles, 20 de mayo de 2009

Las “BARRERAS “ de Cifuentes de Rueda

(Copio y pego la información que he recibido por email, gracias a Pedro González, y su memoria)

Había dos, públicas, donde se hacían los Adobes, para construir edificios y tapias. Dichas Barreras se encontraban, una, en la entrada de Valdecastro, y la otra en la parte baja del Castillo. Las dos tenían agua, requisito imprescindible para tal trabajo. A la primera llegaba el agua de las fuentes, que había en el valle de Valdecastro; una en la finca de Baldomero, otra en la valleja de Valparis, la siguiente nace en el fondo del valle en su parte mas alta, y una cuarta, el manantial se encuentra al lado de la chopa de Peralinas, en la zona norte de dicho valle. Estas fuentes, antiguamente, en la primavera, (que era cuando se hacían los adobes,) sus aguas llegaban, a través del reguero a dicha Barrera.
La Barrera del Castillo, tenía una fuente al lado. Digo tenía, porque hace unos años que no mana, (desde que se hizo la concentración). Actualmente, se han cegado con escombros.
Había personas que hacían adobes en fincas particulares . Siempre que fuesen arcillosas, y tuviesen agua cerca..En alguna ocasión, aprovechaban para rebajar, zonas altas de la misma finca. Gregorio Robles, en el Juncalón, algunos mas en los Barriales que no recuerdo sus nombres.
Los adobes se hacían de distintas medidas, según la construcción que se fuera a hacer con ellos. Para el primer piso de una vivienda, la medida, solía oscilar, entre, 47/50 cm. de largo,27/30 de ancho y12/13 de grueso. Para la segunda planta se rebajaba el largo de cinco a diez centímetros, el resto de las medidas se mantenía el mismo. Cuando se trataba de hacer tabiques, cambiaban las medidas,30/40 cm. de largo, 12/13 de ancho y lo mismo de grueso. La fabricación: Se cavaba o se araba la tierra, se mezclaba con paja molida y se la humedecía. Había que sobar mucho el barro, con los pies o con la pala. Seguido se amontonaba y se la dejaba reposar,(dormir) algún día. La paja le daba mucha resistencia, evitaba que los adobes se resquebrajaran. Los moldes para la fabricación se llaman adoberas. Son de madera, se hacen a la medida que quieras los adobes. Se llenan con una pala. Estos moldes se quitan, tirando de ellos para arriba, hay que hacerlo antes de que se pegue mucho el barro a ellos, por que se estropea el adobe. Este último proceso, si el barro estaba en su punto es muy rápido. Los adobes se les deja unos días a secar antes de pinarles, para seguir el secado. Al final se les coloca en pared abierta de forma que el aire siga el proceso de secado. Este tipo de pared se llama RIMA. El transporte o acarreo a las obras, solía ser solidario, pues era pesado. Se colaboraba con carros y con mano de obra. Si se hacía en Domingo, cosa que era frecuente, para no interrumpir las labores a quien te ayudaba, se pedía permiso al sacerdote, y el mismo se encargaba de comunicar si era necesario el cambio de horario de la Misa.
Entre los huecos que quedaban entre los adobes para secarse, solían anidar los murciélagos, alguno se podía coger, era una alegría para los chicos, verlos de día, ya que estos animales solo, salen de noche.
Los adobes se asientan unos sobre otros con una mezcla de barro igual, a la que se fabrican. Este material se sube, con un cajón de madera en forma de uve, abierto por delante, para ser mas fácil la descarga, por esta zona se denominaba la Cabra.



Y eso es todo por hoy, día en que ha llegado el calor más veraniego por mis latitudes. Sed felices.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Está genial.

JBG dijo...

Siempre me gusta leer lo que escribes, Pablo. Aprendo cosas nuevas e interesantes.
Este año nos pasearemos por las calle de nuestro pueblo y conoceremos las nuevas caras que por ahi rondan.
Saludos, Jennifer.

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